TUMORES CEREBRALES
Un tumor cerebral, es una masa de células patológicas que crecen de forma anormal y desorganizada dentro del parénquima cerebral. Cuando estas células se originan y creces de forma anómala dentro del cerebro les llamamos tumores primarios, sin embargo llamamos metástasis cerebrales, cuando se originan en otra parte del cuerpo, que a través de la circulación sanguínea o del líquido céfalo raquídeo, estas células tumorales se organizan y se alojan dentro del cerebro.
Según la velocidad de multiplicación celular y la capacidad de invasión del tumor, o de infiltración del mismo en el tejido cerebral sano, los tumores cerebrales se dividen en benignos o malignos y dentro de los tumores malignos, existen varios grados de malignidad.
¿CUÁNTOS TIPOS DE TUMORES CEREBRELES HAY?
Según la organización mundial de la salud (OMS), los tumores cerebrales se clasifican en más de 40 tipos, dependiendo del origen y de la agresividad de los mismos, así por ejemplo:
- Los de las cubiertas del cerebro: meningiomas y suelen ser benignos.
- Los de las células cerebrales primarias: gliomas que a su vez se dividen en varios grados, estos tumores son los más frecuentes, siendo los glioblastomas multiformes los más malignos.
- Los Tumores de las células que envuelven los nervios craneales: neurinomas o schwanomas.
- Tumores que se originan durante el desarrollo embrionario: craneofarengiomas, quistes epidermoides o dermoides)
- Tumores de las glándulas cerebrales (adenomas de hipófisis, o tumores piñales).
- Tumores óseos del cráneo: osteomas
- Tumores de las células sanguíneas: linfomas, hemangiomas
- Metástasis cerebrales
En líneas generales, los tumores cerebrales más frecuentes son los gliomas, meningiomas y metástasis.
¿QUÉ SÍNTOMAS PRESENTAN?
Según la localización y el tamaño del tumor, pueden mostrar una enorme variabilidad de síntomas. Los síntomas más comunes de los tumores cerebrales suelen ser por la hipertensión intracraneal y por el daño neurológico que provocan por su localización. Entre los síntomas más frecuentes se encuentran:
- Cefalea: mejora poca o nada con los calmantes, se empeoran con el paso de los días y según la postura, y suelen acompañarse de náusea o vómitos
- Alteraciones del lenguaje para articular y o pronunciar palabras,
- Alteraciones de audición,
- Alteraciones visuales atípicas
- Perdida de estabilidad o de equilibrio
- Trastornos de memoria
- Alteraciones de conducta y del estado anímico
- Ataques de epilepsia y convulsiones
¿CÓMO SE DIAGNOSTICAN LOS TUMORES CEREBRALES?
Cuando se sospecha la presencia de un tumor de este tipo por los síntomas clínicos, se hace necesario el estudio mediante TAC craneal y/o RM cerebral para confirmar la sospecha clínica.
Estas pruebas permiten conocer la ubicación del tumor, además de entregar algunos detalles sobre su estructura y permitir acercarse a la naturaleza de la lesión (benigno o maligno; primario o secundario; único o múltiple). El diagnóstico de certeza histológica lo da finalmente el estudio de la muestra del tumor, que se obtiene mediante un procedimiento neuroquirúrgico específico para cada paciente.
¿CUÁL ES EL TRATAMIENTO DE LOS TUMORES CEREBRALES?
Sin duda alguna, el objetivo principal del neurocirujano es la exérsis (extirpación) total del tumor una vez diagnosticado y confirmado mediante resonancia magnética con contraste.
Algunas veces no es posible llevar a cabo la operación, porque el tumor se encuentra inaccesible (lesiones muy profundas o localizadas en zonas muy sensibles, o la situación clínica del paciente no lo permite, en estos casos se plantean distintas alternativas de tratamiento. Sí el tratamiento quirúrgico no es posible, se recomienda obtener una biopsia mediante técnicas mínimamente invasivas (neuronavegación o neuroendoscopio) para sacar un muestra muy pequeña y mandarla al patólogo para su análisis. Dependiendo del resultado histológico de la biopsia, se podrá combinar y complementar el tratamiento por los servicios de oncología médica y/o oncología radioterápica.
TUMORES DE HIPÓFISIS
Debido a su ubicación, origen y tipología, los tumores de la hipófisis se merecen una consideración especial. Generalmente son tumores benignos, y presentan síntomas muy variables. Los síntomas más frecuentes son la pérdida progresiva de visión, que precisa de un estudio específico llamado Campimetría que lo realiza oftalmología para poder cuantificar el daño de los nervios ópticos que causa el tumor.
Lo tumores de la glándula de la hipófisis, además de estas alteraciones visuales, y dependiendo de los trastornos hormonales y del tipo de tumor que los origina, pueden causar cansancio, fatiga, alteraciones sexuales, trastornos de la menstruación entre las mujeres y debilidad generalizada. Para su correcto diagnóstico y tratamiento adecuado es necesario una perfecta colaboración con el servicio de endocrinología.
Cuando los tumores de hipófisis manifiestan con síntomas, el tratamiento quirúrgico es el de elección a excepción de algunos tipos como los Prolactinomas. El abordaje quirúrgico de estos tumores se realiza por la fosa nasal con endoscopia o con microscopio y en muy raras ocasiones se realiza una craneotomía para su extirpación.